Cómo desengancharnos de las preocupaciones

Uno de los temas que más trabajamos en terapia es cómo nos enganchamos a pensamientos desagradables y preocupaciones y acabamos en una situación en la que, en lugar de ayudarnos, empeoramos nuestros problemas. Es lo que los psicólogos y psicólogas llamamos como rumia. Cuando les hago ver esta dinámica a muchos y muchas de mis consultantes me preguntan siempre lo mismo:

“Vale, Franco, pero ¿entonces qué hago con esos pensamientos?”

Mi respuesta es simple, pero requiere práctica:

Párate y observa esos pensamientos. Tómate un momento, escríbelos en un papel y míralos por lo que son: simples pensamientos que tu mente está creando.

Aunque esto puede parecer fácil a primera vista, en la práctica no lo es tanto, ya que la clave está en practicarlo de manera regular y cotidiana. Si también te ocurre que te enredas luchando contra tus pensamientos o te sientes atrapado en tus preocupaciones, te invito a probar este ejercicio.

Ejercicio para gestionar las preocupaciones

  1. Tómate 5 minutos: Siéntate en un lugar tranquilo y dedica 5 minutos a observar los pensamientos que aparecen en tu mente. Imagínate que estás en un bosque descansando al lado de un río y observa cómo cada pensamiento va flotando en las hojas por el agua, primero acercándose y poco a poco yéndose por la fuerza del río.

  2. Escríbelos: Ponlos por escrito, sin juzgarlos ni analizarlos. Simplemente, observa cómo van y vienen.

  3. Recuerda que no eres esos pensamientos: Los pensamientos no te definen. Son solo una parte de lo que ocurre en tu cuerpo.

  4. Conecta con el presente: Al final del ejercicio, pregúntate si has encontrado una solución a lo que te preocupaba. Si no es así, es un buen momento para reconectar con el presente. Céntrate en lo que estás haciendo, ya sea ducharte, cocinar, limpiar o trabajar.

Este simple ejercicio puede ayudarte a romper el ciclo de preocupación y a centrarte más en el presente. Practicarlo de manera regular te permitirá gestionar mejor los pensamientos difíciles y conseguir que afecten menos tu bienestar emocional.

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