Terapia para tratar la agresividad

Algunas personas pueden experimentar dificultades para controlar su comportamiento, lo que puede llevarlas a actuar de manera disruptiva o agresiva, generando conflictos que ponen en riesgo tanto su bienestar como el de los demás.

Entre las características de estos problemas se incluyen la violencia hacia otros, la falta de respeto por los límites y normas comunitarias, el consumo de sustancias, el juego patológico y la participación en actividades de alto riesgo. Para quienes enfrentan estas dificultades, regular su comportamiento puede ser un desafío significativo. Por ello, es fundamental enfocarse en el aprendizaje y mejora del autocontrol como parte clave del tratamiento, con el objetivo de promover un mayor bienestar y estabilidad.