Cuando hablamos de autoestima, nos referimos a una valoración global que hacemos de nosotros mismos, basada en nuestra conducta y en lo que decimos.

Nuestra autoestima se forma a partir de nuestras experiencias y de nuestra historia de vida. Estas vivencias nos afectan de tal manera que podemos percibirnos con una autoestima alta o baja. En el caso de la baja autoestima, tendemos a describirnos en función de nuestro comportamiento pasado y presente, centrándonos en lo que hacemos, pensamos y recordamos, así como en hechos concretos que consideramos negativos.