Terapia para tratar el estrés
Es posible que, al escuchar la palabra “estrés”, pienses en términos como “malo” o “negativo”. Sin embargo, es importante comprender que el estrés, en sí mismo, es algo positivo. Activa nuestro organismo ante los peligros del entorno, permitiéndonos responder de manera rápida y efectiva.
El problema surge cuando el estrés que experimentamos es demasiado intenso y se prolonga en el tiempo. Esto sucede cuando las demandas de nuestro entorno superan los recursos de afrontamiento con los que contamos. En ese momento, el estrés se convierte en un factor problemático, generando efectos negativos como agotamiento, ansiedad y dificultades para dormir.